Aquella temporada la Real cuajó su mejor campaña liguera desde el tercer puesto de 1930-31. Durante toda la temporada ocupó los puestos altos de la tabla, acabando al final en el quinto lugar. El incidente más destacado se vivió en El Plantío entre un partido del filial burgalés con el CD Mirandés, durante el mismo, un grupo de aficionados burgaleses llenaron el feudo local de humo al quemar un producto químico no identificado.