El Granada se mantuvo firme durante toda la primera vuelta, aunque terminó cayendo algunos puestos, bajando hasta la décima posición. En semifinales el rival fue el Athletic Club, equipo que logró superar al Granada por 1-0 en la ida en San Mamés, dejando un resultado escueto para la vuelta, quedando todo por decidir en Granada. Las victorias por la mínima ante el Málaga Club de Fútbol, el Club Gimnàstic de Tarragona y el Real Oviedo, así como los empates contra equipos de la parte alta de la tabla como el Albacete Balompié o el Cádiz Club de Fútbol, hicieron que el Granada se proclamase campeón de invierno, después de llegar a la primera jornada de la segunda vuelta en primera posición.