De la caída del gobierno de Arbenz el Che Guevara sacaría conclusiones fundamentales que luego incidirían directamente en sus actos durante la Revolución cubana. En la Unión Soviética fue invitado a compartir con el primer ministro Nikita Jrushchov y el resto del Sóviet Supremo la tribuna principal en el desfile de celebración del aniversario de la Revolución rusa, lo que constituía un hecho excepcional.